domingo, 21 de marzo de 2010

BARCELONA......

Dos días intensos.
Reencuentros con viejos amigos, encuentros con amigos y quizás futuros amigos.
En 48 horas las cosas cambian de color. Lo oscuro se aclara, el frío pasa al sol de primavera y la lluvia tardía ya no molesta.
Unas tenues gotas te acompañan de regreso a la soledad cuando dejas detrás al compañero de hace ya muchos años.

Compartes con él vivencias mutuas y actuales. Las inquietudes y sueños por cumplir y deseas que esta amistad siempre perdure y que los papeles no permitan que tenga que regresar a su casa y teje la tuya un poco más solitaria.
Otros reencuentros siempre son fríos, extraños. Deseas en el fondo que estos fueran como una vez lo soñaste y no como siempre han sido, fríos y extraños preguntándote una y otra vez el porqué se repiten.

Los amigos, los nuevos amigos a los que cuentas las historia más nimias o profundas. Te escuchan con interés y paciencia. Aprendes de ellos y ellos de ti. Compartimos risas, vinos y llantos. Quizás sean solo para una noche, pero lo han sido.
Despiertas y deseas repetir estos momentos una vez más. Será difícil.
Qué bella es Barcelona en primavera.



lunes, 15 de marzo de 2010

domingo, 7 de marzo de 2010

jueves, 4 de marzo de 2010

Camino

Estoy de vuelva.
Cansada por el camino ya andado, aún sin querer limpiar mis botas del polvo arrastrado, siento que esta etapa ya está terminada.
Lluvia constante, el agua y el barro pegados siempre a mis ropas.
En el refugio de tus ramas dulces y acogedoras, por fin puedo dormir.
Aquí, solos, entregados uno al otro, mis manos son el arco en tus cuerdas.
La luz vuelve a nosotros y debo comenzar mi nuevo camino.
Duermes tranquilo. Sin saludos me voy.
La lluvia me acompaña. Comienzo otra historia.